miércoles, 16 de julio de 2014

Volver a la mujer



La habitación sangra.
Vuelves a ser la mujer,
otra vez:
A entregarte
sin bozales.

No te derrotes en el miedo,
no te calles,
ahora
Ni nunca.

Las sábanas enlazan la confianza
Todo lo que dijo
con libertad
va sellando las puertas
y el frío avanza.

La posibilidad engendrada,
la inquietud
y la mano presionando la garganta.

No te vayas en la incertidumbre,
No te vayas.

Las piezas se mueven de los dos lados.
Y te besan la espalda y se van.
Y hay que cerrar los ojos para no desangrarse.

No te dejes desangrar,
Porque la sangre es tuya y
el frío la retornará.

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